jueves, 19 de enero de 2017

Inluencia de la temperatura en el crecimiento vegetativo del trigo duro


El desarrollo de los cereales se encuentra muy influido por los factores ambientales, principalmente el fotoperiodo, la temperatura y la humedad del suelo.

 L
a temperatura controla la respuesta del desarrollo en los cereales, especialmente en las variedades que requieren vernalización (efecto de las bajas temperaturas para favorecer la floración) para pasar del período vegetativo al reproductivo.

Temperaturas por debajo de 10ºC satisfacen las necesidades de vernalización en trigo, aunque los requerimientos de frío no son los mismos para todas las variedades. Así, podemos distinguir variedades de trigo de invierno que precisan hasta un máximo de 50-60 días con temperaturas bajas (comprendidas entre 0º y 5ºC); trigos de primavera, que no suelen requerir vernalización; y variedades alternativas, que necesitan algo de vernalización, pero menos que las de invierno.

El cumplimiento de la vernalización también es necesario para que ciertos caracteres, algunos de ellos relacionados con el rendimiento, tengan su máxima expresión. Así, cuando la duración del período de frío es menor que la óptima, el peso de mil granos, el número de granos por espiga, la altura de la planta y la longitud de la espiga se ven afectados negativamente. Además se produce un retraso en la fecha de espigado y en la diferenciación floral.

 Las altas temperaturas estimulan el nivel de formación de primordios foliares en el ápice del tallo principal, lo que reduce en gran medida el número de tallos hijos que pueden formarse. Esto puede ser debido a una disminución en el suministro de nutrientes a los tallos hijos, a causa del aumento de su demanda por el tallo principal. Las bajas temperaturas, por el contrario, aunque retrasan el desarrollo de los tallos hijos, suelen favorecer el ahijamiento, ya que disminuyen el crecimiento de las hojas y, por tanto, la competencia entre los tallos hijos.

 La temperatura ideal para el crecimiento y desarrollo del cultivo de trigo está entre 10 y 24 ºC.

Un saludo!

jueves, 12 de enero de 2017

Crean la primera abeja robótica capaz de polinizar como una real




Científicos de la Universidad Politécnica de Varsovia han creado la primera abeja robótica diseñada para polinizar artificialmente, un dron miniaturizado que es capaz de encontrar una flor, recoger su polen, y transferirlo cuidadosamente de la flor masculina a la femenina para fertilizarla.
 
Este insecto robótico ya ha sido probado con éxito en el campo y su capacidad de polinizar se ofrece como una «esperanzadora alternativa» para hacer frente a la reducción constante de la población mundial de abejas, ha dicho su creador, el ingeniero Rafal Dalewski.
 
«El pasado verano hicimos la prueba y ya tenemos la primera semilla obtenida a través de esta polinización artificial, por lo que queda demostrado que nuestro robot puede hacer casi lo mismo que las abejas reales», explica Dalewski.
Dalewski, sin embargo, reconoce que no ha sido capaz de diseñar un dron que pueda producir miel, «aunque la tecnología avanza muy rápido y cada vez nos sorprende más», bromea.
 
Eso sí, el robot polinizador «no pretende sustituir a los insectos, pero sí ayudar a su labor y complementarla», puntualiza este ingeniero, quien se niega a valorar quién es capaz de polinizar mejor, si las abejas reales o su dron.
Se le puede programar para que se concentre en un área determinada y busque flores de un tipo concreto
Lo cierto es que este biodron no sólo ayuda a la naturaleza, sino que también lo hace de una manera inteligente, ya que se le puede programar para que se concentre en un área determinada y busque flores de un tipo concreto que polinizar, todo a través de un programa informático.

Agricultura de precisión

La Politécnica de Varsovia ha creado dos tipos de drones polinizadores, uno volador y otro terrestre, ambos armados con una especie de plumero que impregnan del polen que reparten luego entre otras flores.
 
El terrestre tiene más autonomía de trabajo y su batería es más duradera, «así que el agricultor puede retirarse tranquilamente a casa y dejar al dron trabajando hasta que regrese de manera autónoma a su fuente de energía».
 
Su creador afirma que estos robots pueden ser también utilizados para una «agricultura de precisión» como «dosificadores inteligentes» de fertilizantes, abonos o pesticidas, ya que se les puede programar para que depositen determinadas cantidades dependiendo del tipo de planta o de la ubicación.
 
La universidad quiere poner a trabajar los primeros prototipos este año, y pasar a su fabricación en serie en dos años.
El invento es especialmente significativo si se tiene en cuenta que la mortalidad de los insectos polinizadores, de los que depende la mayoría de los cultivos, aumenta cada año sin que se sepan las causas.